Ante miles de personas, el conjunto de música de cumbia, originarios de la delegación Iztapalapa, Los Ángeles Azules, tocaron en conjunto con la Orquesta Filarmónica de Sonora para el cierre del Festival Alfonso Ortiz Tirado (FAOT), en su trigésima tercera edición.
Poco antes de la hora programara, las 10:30, en el umbral del Callejón del Beso, sobre el escenario ya dispuesto, el vocalista saluda y advierte a manera de canto que el concierto comienza.
La analogía de un cardumen que se desplaza por las arterias de la ciudad. Son las 25 mil personas que construyen con sus movimientos una coreografía que se extiende hacia La Plaza de Armas, en el umbral del Templo de la Purísima Concepción, debajo de las terrazas y sus arcos.
No falta uno que otro grupo que trepa las azoteas. Desde allí el baile al compás de las notas que construyen los integrantes de esta orquesta oriunda de Iztapalapa.
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