Ante la contaminación generada en las lagunas de oxidación, que provocaron una plaga de mosquitos al Poniente de la ciudad, la Conagua asegura que las aguas residuales son problema del Municipio, mientras que el alcalde Manuel Ignacio «Maloro» Acosta indicó que corresponde a otras instancias.
El presidente municipal indicó que se ha pedido el apoyo a las diferentes instancias (sin precisar cuáles) debido a que las graveras no dependen del Municipio ya que están en el cauce del río, pero si se les diera la facultad de administrar dicha zona subsanarían el problema.
El titular de Agua Potable y Drenaje de la Comisión Nacional del Agua en Sonora, Mario Arce Rojo, indicó que el agua que se encuentra dentro de las antiguas graveras son aguas residuales provenientes de drenajes en Hermosillo, por lo que autoridades municipales deben dar una solución al problema.
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