Las tardes se llenaban de cine de horror, gatos, tareas y mucho post punk
La llegada del 2012 estaba asociada a rumores sobre una enorme catástrofe mundial
Con mi melomanía y escribiendo pequeñas memorias en tu recuerdo fue como logré cauterizar las heridas más hondas que tu partida dejó a ese mundo lleno de gatos, dulces, cine de horror y un fondo musical incendiado por el más antaño y exquisito post punk.
Vivíamos aquellos meses previos a la conclusión del 2011 y nosotros hacíamos nuestras tareas por la tarde, tomábamos fotos en los rincones verdes que existían por tu casa y, cuando había posibilidad, disfrutábamos de La dimensión desconocida, Alfred Hitchcock presenta, o películas como Devil doctor Woman, La sirena de las alcantarillas, Atack From the killer tomatoes, que nos hizo reír en serio, o los «mostros» clásicos de Universal, como Bride of Frankenstein.
Era esa época cuando la llegada del año 2012 estaba asociada a rumores sobre una enorme catástrofe mundial y la idea de una renovación psico-social que cambiaría a la humanidad rebotaba hasta en el más pequeño rincón del Metro en el entonces Distrito Federal, además era el último año de Felipe Calderón como presidente y, como ya es costumbre cada seis años, «El Peje» esperanzaba a más de uno, al buscar la silla presidencial de México.
Había una razón más personal por la que el siguiente año sería crucial: simbolizaba mi último año como estudiante de Comunicación y Periodismo en la, siempre nostálgica, FES Aragón, lugar que fue testigo de nuestra formación universitaria, del murciélago de tela que recortamos en la explanada y de las numerosas ocasiones que nos sentábamos en las jardineras para disfrutar de mi lunch. Tú te quedarías dos años más, pues aún ibas en tercer semestre.
Pero mientras la fecha llegaba, al final de la tarde, escuchábamos nuestras listas musicales que incluían bandas de la vieja escuela, como: Specimen, Madame Edwarda, Lene Lovich y Alien Sex Fiend, algo de tu amada «Movida Madrileña» con Los Monaguillosh, Parálisis Permanente, Los Paralitikos, así como los nuevos ritmos de Naughty Zombies, Eyaculación Post Mortem y Zombina and the Skeletones.
En alguna de esas tocadas que llegó a organizar la bandita de «Coacalgoth» una canción que más incendiaba la pista era «Bailando» de Alaska y los Pegamoides, ¿y qué crees? a mediados del año pasado escuché un tema de la misma chica, ahora con Fangoria, y esa melodía, en su totalidad, se extendió como un antiséptico para empapar mis grietas del interior.
Hoy puedo recordar estas historias sin dolor, pues escribir tus memorias y esa rola cauterizaron hasta la última herida en mi piel. La foto rememora una de tantas mañanas en la FES.
Por: Edward Hyde
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