«Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando. No estoy allí. Yo no morí», fue la plegaria indígena que con un fondo musical y en medio de aplauso se dejó escuchar al momento en que globos blancos elevaban su vuelo en el sensible homenaje póstumo que se brindó esta mañana a la maestra Olga Alicia Gutiérrez Coronado, quien falleció a los 57 años de edad, la mañana del pasado martes 16 de mayo en Sonora.
Amelia Iruretagoyena Quiroz, directora de la División de Ciencias Sociales, expresó que a la maestra Gutiérrez Coronado se le despide con grandes honores porque en vida siempre se supo ganar el cariño, el aprecio y reconocimiento de toda la comunidad del Departamento y de la Universidad en general, lo cual hoy se pone de manifiesto esa solidaridad, reconocimiento y demostración de amor hacia ella y su familia.
Recordó su gran vocación y entrega al trabajo como docente; su serenidad, ecuanimidad, don de gentes y saberse relacionar con toda persona que le rodeara, además de distinguirse por ser fuerte pilar en lo que calificó, en su momento, la recuperación del Departamento y su rumbo académico, al impulsar con gran espíritu de trabajo colaborativo su desarrollo educativo.
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