Debido a una falla de agua en un pozo ubicado en la localidad hidalguense de Palo Gordo, usuarios y personal de la clínica rural 23, dependiente de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), carecen de agua desde hace ocho meses, situación que reportaron a autoridades, sin obtener respuesta, hasta el momento.

Con pipas surtidoras de agua intentan subsanar la carencia del vital líquido; no obstante, es insuficiente, pues de los 40 mil litros diarios que requiere el nosocomio, solo cubren 80 por ciento.

Empleados del lugar manifestaron su preocupación, pues aunque existen cuidados en la asepsia general, hay servicios como la limpieza de ropa y utensilios que no pueden efectuarse adecuadamente.

Luis Ignacio Lucio, director de la clínica, comentó que diariamente atienden de 50 a 60 urgencias, así como unas 120 consultas externas, además de que el registro de hospitalización promedio es de 90 por ciento.

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