En abril autoridades evacuaron a familias por perforaciones en gasoductos.
Texmelucan es vigilada ahora por el Ejército y la Marina, lo que ha disminuido el robo de diésel pero propiciando que los huachicoleros opten por el gas LP.
La lucha emprendida por el gobierno federal contra los huachicoleros ha propiciado que los delincuentes que se dedican al robo de gasolina encontraran una alternativa para seguir generando ingresos: el gas LP.
Según reportes de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante los primeros cuatro meses del año se ha incrementado la incidencia de tomas clandestinas en los gasoductos. En el primer bimestre se registraron 15 perforaciones, de las cuales la mayoría fueron realizadas durante febrero en San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca y en el municipio de Huejotizingo.
En este sentido, Pemex detalló que en los dos años anteriores el promedio mensual de tomas clandestinas de gas LP fue de cinco, mientras que en 2019 se registraron 15, en el segundo mes en el ducto de Licuado de Petróleo.
De esta forma los gasoductos se han convertido ahora en el objetivo de los huachicoleros, quienes actualmente enfrentan mayores dificultades para perforar los ductos de diésel, que ahora son vigilados por elementos de las fuerzas armadas.
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