Recuerdo que cuando en la redacción se comenzó a hacer la lista de los «Presidenciables» a mediados de junio, mi sincera opinión fue: «Oigan, espérense hasta el 2018, ¿no?», debido a lo saturado que estaba de las elecciones del Edomex.
No sabía lo que me esperaba: no han pasado 3 meses y, tanto funcionarios, como gobernadores y acomedidos han saturado los titulares con sus dimes y diretes, sus escándalos y su vergonzoso cinismo.
El circo político ha invadido los periódicos y la vida pública a bocajarro, mientras la delincuencia, la injusticia, el caos y el subdesarrollo crecen sin control, a la sombra de una bola de incompetentes que no pueden con un pueblito pero eso sí, ya van afilando sus dientes con su necia intención de querer comerse al mundo.
Ahí está Ricardo Monreal, quien ―mientras se desatan las ejecuciones en la delegación Cuauhtémoc, sube el narcomenudeo y se abren socavones― solamente parece preocupado por la opacidad de la encuesta interna de Morena, ansioso por ser el candidato del partido que, seguramente, se quedará con el gobierno de la Ciudad de México.
Y ni hablar del actual jefe de Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, quien es uno de los más apuntados para las elecciones presidenciales de 2018, mientras que la ciudad se inunda a causa de la más mínima llovizna, paralizando vialidades y el metro tiro por viaje. Y ni hablar de las pésimas condiciones de éste, pese al aumento del 80 por ciento en el precio del pasaje. Además de la insistencia insana de que no hay cárteles del narcotráfico en la Ciudad de México: no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Y los de la derecha son peores: Ricardo Anaya y el escándalo de su enriquecimiento ilícito; Moreno Valle y las filtraciones del espionaje que realizó a un montón de sus colegas, incluido el presidente; Margarita Zavala y su urgencia por seguir el legado sanguinario de su marido; Osorio Chong y la crisis de gobernabilidad de un país harto de la impunidad, donde las reformas estructurales ni despegan, ni marcan diferencia.
Y ellos ni se enteran. Lo único que les concierne es el hueso.
@Danny_Or0
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