Un luchador causa lesiones a menor de cinco años

Einar el Vikingo fue llevado con las autoridades correspondientes, sin embargo, las lesiones no eran graves y la madre del pequeño le concedió el perdón, por lo que fue puesto en libertad, luego de llegar a un acuerdo.

En días recientes se suscitó una lamentable tendencia entre los internautas de las redes sociales, y es que el viernes 21 de mayo, en un evento deportivo realizado en la alcaldía Venustiano Carranza, un menor resultó lesionado.

Se trataba de un espectáculo de lucha libre llevado a cabo en la colonia Aviación Civil, cuando uno de los luchadores de nombre Einar el Vikingo arrojó a varios metros de distancia a un menor de cinco años, cuando éste intentaba abrazarlo a manera de consolación, causándolo lesiones, por fortuna no graves.

Cuando los luchadores se preparan para un evento, lo hacen como profesionales, envisten su uniforme, sus colores, su máscara, su maquillaje, todo un ritual. Sin embargo, no es lo único que toma tiempo alistar, y es que para ser un luchador profesional y poder estar arriba de un cuadrilátero es necesario entrenar durante muchos años, practicar las volteretas, el llaveo y los pierrotazos por mucho tiempo para no lastimar a otros o a sí mismo.

Suena algo contradictorio, luchas para no lastimar, sin embargo, es ahí donde radica el profesionalismo de todo luchador certificado; es un gran deporte, noble, lleno de piruetas y movimientos nada fáciles de realizar, con el único afán de entretener a un público que se enciende al ver las maromas, giros, vuelos y saltos espectaculares.

A veces la imprudencia del público puede ser peligrosa, los luchadores son humanos y hay enojo, hay rabia, hay frustración y en cualquier momento se encienden los ánimos, sin embargo, el objetivo de este deporte nunca será causar algún daño irreparable, ni lastimar a los contrincantes, al público, ni mucho menos a los niños que son los fanáticos más entusiastas.

El seudoluchador ya fue suspendido de manera indefinida y existe una posibilidad muy grande de que pierda su licencia como luchador profesional; el niño se encuentra bien y ha recibido el apoyo de otros luchadores como el Cibernético y Psycho Clown.

Solo tenemos dos palabras para este lamentable caso: prudencia y profesionalismo.

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