La historia oficialista casi siempre dista de la realidad, a veces más a veces no tanto, pero invariablemente quienes ostentan el poder cambian a su modo los episodios históricos que forjan a las naciones. Es por eso que estos vacíos y los mecanismos de su silenciamiento son bordados por Juan Fernando Herrán. Este artista levanta las huellas de actores que pasaron inadvertidos, recorre los márgenes del territorio de los hombres y de los discursos oficiales desde hace tres décadas.
De esta forma, la exhibición Ni héroes ni mártires luce su esplendor en el Museo Amparo. «Transpuestos en el espacio de exposición, estos relatos silentes se animan tomando la forma de instalaciones, videos, fotografías y esculturas. Su materialidad orgánica, su factura manual y cuidadosa, y a veces su formato monumental refuerzan la dimensión performativa de la obra. Esta corporeidad atraviesa, según distintas modalidades, todo el trabajo del artista, cargándolo de un potencial sensible», señala la web del recinto en alusión a la muestra de Herrán.
Las experiencias intensas provocan cierta sensibilidad, esa que los hechos políticos y religiosos levantan, sí o sí, sin importar la época. Pues esta intensidad es empleada en la conformación de una narrativa dominante. «A contrapié de esta postura, el artista abre al espectador, a través de la experiencia, un espacio para pensar. Sin cinismo, revela las fallas de los que abusan de nuestra necesidad de creer, de nuestro deseo por lo sagrado: los héroes abandonan sus prometedores destinos (Héroes Mil), la corrupción reina impunemente en su traje de luces (Cajas Fucsia), el paraíso no es más que una publicidad para el sacrificio (Heaven…)».
Esta muestra estará disponible hasta el próximo 25 de septiembre en este recinto localizado en el centro de la ciudad de Puebla. Déjate ir.
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