Los taxistas son igual de vulnerable que el resto de la sociedad, pues a plena luz del día la delincuencia los acecha para despojarlos del dinero de la cuenta, la gasolina y sus pertenencias de valor. A pesar de ello, en algunas ocasiones los servidores públicos arriesgan su integridad con tal de defender lo que ganan esfuerzo, llegando al grado de ser lastimados y obligados a entregar sus bienes.
El pasado jueves, alrededor de las 08:30 de la mañana, un chofer fue víctima de la inseguridad mientras ofrecía el servicio de transporte. Según el agraviado, al circular por el bulevar Rojo Gómez, de Pachuca, detuvo su unidad ante la parada de un hombre vestido de negro, quien le pidió lo llevara a la colonia San Antonio, al sur de la ciudad. Durante el trayecto, el pasajero se mostró tranquilo y sin ninguna seña de sus reales intenciones; no obstante, la llegar a San Antonio, sacó de entre sus ropas una navaja y amagó al taxista.
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