Tras 48 horas de cometido el asesinato del periodista corresponsal de La Jornada y cofundador del semanario Riodoce, los avances en la investigación llevada a cabo por la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa se encuentran estancados, ya que la línea de averiguación, bajo la cual se realizan las principales indagatorias, está relacionada con su actividad periodística.
A pesar de que han señalado que existen cámaras de seguridad G5 en la zona, la fiscalía no ha establecido el orden de los hechos, es decir, se desconoce aún cuántos agresores ejecutaron al periodista con al menos doce disparos, cuáles son sus identidades, la ruta usada para huir y no se ha precisado siquiera si las cámaras existentes en la ciudad registraron un seguimiento de los agresores por las calles de Culiacán.
El titular de la fiscalía, Juan José Ríos Estivillo, señaló que, aunque se lleva a cabo el análisis de evidencia en torno a las distintas líneas de investigación, no descartará que el móvil del homicidio sea robo, sino hasta que se aporten las pruebas suficientes para declararlo.
Sin embargo, el funcionario señaló que aún no se tiene clara la situación, dado que aún no se han concluido los peritajes, por lo que se negó a dar más información al respecto. No obstante, informó que se le brindará seguridad, tanto a las instalaciones en las que trabajaba en Riodoce, como a compañeros del periodista y a sus familiares.
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