La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo.
Eduardo Galeano
La sociedad en la cual nos encontramos inmersos ha sido testigo de las diversas formas de violencia a lo largo del tiempo, donde nos hemos encontrado expuestos de una u otra forma desde etapas muy tempranas de la vida, sin embargo, en la actualidad ha incrementado la violencia debido a varios factores, entre ellos la difusión de la misma “gracias” a los medios de comunicación. ¿Cuál será su motivo?
La violencia siempre ha existido, pero es importante resaltar que hoy en día ya nos hemos acostumbrado a ella, tal vez sea por la cotidianidad en la que la consumimos, principalmente en el internet, la televisión y el cine, debido a que se ha vuelto en la trama principal de las historias contadas. ¿Será el nuevo clímax del espectáculo?
Empezaré, esta primera parte, hablando del cine.
Hace poco tuve la oportunidad de ver las películas de The Purge. Historias que se ubican en Estados Unidos donde sólo por un día puedes cometer actos de violencia sin que seas sancionado, para así cubrir su objetivo de ver el crecimiento económico, ya que su principales puntos a derrocar son los indigentes o personas de bajos recursos para que la tasa de delincuencia y desempleo se vean reducidos, pensando que es la mejor manera de “limpian la sociedad”.
Estas películas (The Purge: La noche de la expiación, The Purgue: Anarquía y The Purge: Año de elecciones) las cuales se presentan a partir del año 2017 (¿nos querrán decir algo al respecto?), proyectan una ultraviolencia tanto física como psicológica en la sociedad norteamericana, donde desde los niños hasta los adultos conciben el día de la expiación como “normal” y “necesario”.
Es impresionante la naturalidad con la que llevan a cabo y aceptan dichas acciones, ya que se muestran a niños con armas dichosos de haber realizado un asesinato en el cual no tendrán castigo alguno. Por otro lado, muestran claramente las clases sociales, donde en el caso del presidente de EU, su gabinete o altos funcionarios del gobierno están considerados como de “alto rango” por lo que no se incluyen en la lista de la purga.
Sin embargo, el espectáculo continúa…
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