LA VIOLENCIA: UNA COSTUMBRE TELEVISIVA II

El hambre desayuna miedo. El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza: Si usted ama, tendrá sida. Si fuma, tendrá cáncer. Si respira, tendrá contaminación. Si bebe, tendrá accidentes. Si come, tendrá colesterol. Si habla, tendrá desempleo. Si camina, tendrá violencia. Si piensa, tendrá angustia. Si duda, tendrá locura. Si siente, tendrá soledad.

Eduardo Galeano

Anteriormente hable de la violencia programada y maximizada en la sociedad, donde, era resaltada y “confirmada” por el séptimo arte, el cine. Sin embargo, un medio de comunicación que influye sobre la misma situación y sigue teniendo el alcance mayoritario en la sociedad es la televisión, de la cual hablaré en esta ocasión.

En este medio de comunicación o difusor de violencia, el cual nació con la necesidad de crear un nuevo comercio en el mundo, ha ido modificando su contenido y hoy en día la violencia predomina en su programación.

Un claro ejemplo es el tan “aclamado” programa de La Rosa de Guadalupe, el cual se transmite por Las estrellas en el canal 2 de Televisa. Este programa es vendido como una orientación para la sociedad, en especial para los jóvenes de hoy, donde muestran violencia implícita o explícita cometidas por adultos y niños, justificando que es para que “los niños o adolescentes sepan que está mal” y no deben seguir esos pasos, respaldándose de una famosa imagen religiosa.

Estos contenidos llegan a ser transmitidos sin censura alguna, ya que  en la última modificación de la ley de telecomunicaciones, se recorrió el horario infantil, donde las clasificaciones de la B en adelante ya se pueden transmitir a partir de las 16:00 horas, cuando hace unos años el horario era después de las 20:00 horas.

Quiero dejar en claro que no es mi intención satanizar los contenidos televisivos, sin embargo, reiteró que tanto este medio, como los demás, ya sean digitales o impresos, han fomentado e incitado implícitamente la violencia, ya que por los diversos contenidos presentados nos hemos acostumbrado a  estos hechos y ha modificado nuestra forma de ver la vida.

Otro ejemplo claro, son los noticieros, los cuales presentan en su teaser, (resumen de noticias más importante al inicio de cada emisión) las notas más violentas, que llegan a generar cierto temor en los televidentes o influyen en la cotidianeidad de las personas, logrando con esto una costumbre de los sucesos ante nuestros ojos.

El internet no sé queda atrás, y menos después de lo último que pasó sobre un atentado en una secundaria de Monterrey, ya que el vídeo que obtuvieron sobre el disparo de un alumno hacia su maestra y compañeros fue transmitido y compartido en todos los portales y redes sociales, notando con esto lo acostumbrados que estamos y nuestra indiferencia hacia la violencia que se encuentra a nuestro alrededor.

Los medios de comunicación no son los únicos incitadores y difusores de violencia, ya que lo primordial ocurre en uno mismo, o nuestro núcleo en el cual pertenecemos, ya sea familiar, escolar o laboral, así que tratemos y cambiemos nuestra postura indiferente hacia lo que ocurre y aportemos más cosas positivas al mundo.

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