En el siglo XX, la naciente industria cervecera comenzó a difundir el mito de que el proceso de fermentación del pulque, «la bebida de los dioses», incluía a la llamada «muñeca», una bola de excremento de vaca recubierta con manta de cielo. Con este mito, lograron posicionarse como los productores de la bebida más consumida en territorio nacional; sin embargo, la tradición pulquera sigue vigente y aún se pueden deleitar con un curado en las calles y barrios populares de la zona centro del país.
«Las Duelistas», una de las pulquerías más antiguas de México, tiene su sede en la calle Aranda, casi esquina con Ayuntamiento, en el Centro Histórico de esta ciudad. En esta pulcata, los visitantes pueden disfrutar de una gran variedad de curados que se preparan en ese lugar.
A pesar del desprestigio, la pulquería «Las Duelistas» celebrará sus 105 años de tradición. Esta pulcata es única, al entrar por sus puertas, de inmediato se respira ese olor tan peculiar que desprende la bebida, otrora preferida de la clase gobernante azteca.
En su honor, el techo y una parte de las paredes evocan la época prehispánica, con grafittis de caracoles, serpientes y hasta un calendario azteca, que contrastan con el mobiliario que mantiene vivo el México que vio proliferar este tipo de establecimientos hasta las dos últimas décadas del siglo pasado, y que hoy parecen cobrar vida de nuevo en colonias populares.
«Aquí nos llega el pulque natural, blanco, nosotros preparamos los curados en sus diferentes sabores a través de una lista de 45 sabores distintos. No todos en un día, pero de lunes a jueves, ofrecemos cinco sabores diferentes», comentó Arturo Garrido, propietario de la pulcata.
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