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El FCE se retira del premio de la FIL Guadalajara

Se busca crear nuevas normas para donar libros y sacar otros a un precio mucho más bajo

Cuando se supo que Paco Ignacio Taibo II -aquel carismático y mal hablado escritor- sería el director del Fondo de Cultura Económico, muchos agradecieron el nombramiento, pues al fin estaría a cargo alguien no sólo con amor por la lectura, sino también interesado en que ésta se difunda. Sin embargo, cuando los detractores de Morena se percataron que este personaje no podía estar a cargo de la institución debido a su ascendencia española, fue cuando poco a poco pasó de ser un «elegido» para convertirse en un «capricho».

¿Por qué? Porque el partido de AMLO hizo todo lo posible con tal de que Taibo quedara a cargo, modificando la ley que dictaba que sólo un mexicano podría ocupar dicho cargo. Esto, como todos sabemos, derivó en el ya tan famoso «se las metimos doblada», peculiar manera –pero no sorpresiva- de expresarse del buen Paco; y fue mediante esta frase que comenzó todo un estigma debido a las referencias tanto sexuales como machistas de las que se le acusó.

Luego de esto, cierto sector de la gente que antes simpatizaba con él comenzó a verlo con otros ojos, pues ahora veían no sólo a alguien quizá más «majadero» de lo que se necesita para ser un director, sino también al claro ejemplo de que Morena simple y sencillamente es un partido que hará lo que sea y cómo lo quiera.

Y si bien esto último ha quedado más que claro en los últimos días –sobre todo con la reciente creación de la Guardia Nacional-, ahora le toca a Taibo demostrar que a pesar de su forma de ser tiene la capacidad de encabezar el Fondo.

Por otro lado, a poco más de 60 días de ser su director, ahora tendrá la encomienda de demostrar que sabe hacerlo, pues con el reciente anuncio de que el FCE saldrá de la asociación del premio de la FIL Guadalajara, sólo esperemos que esto no traiga consecuencias negativas, pues si de por sí ya es difícil encontrar apoyo para la lectura, al abandonar esta «ayuda económica» ahora el Fondo tendrá que ponerse las pilas para encontrar sus propios patrocinios que les permitan darle alojo, comida y demás a los invitados especiales en las ferias.

Por otro lado, también se habla de crear nuevas normas para que el FCE pueda donar libros y se vendan/editen otros a menor precio. Aunque quizá lo que se le olvida al buen Taibo es que el problema del poco interés del mexicano por la lectura no sólo radica en el alto costo de los ejemplares, sino porque vivimos en un país donde no hay cultura por el gusto (y no el deber) de leer libros; donde la mayoría de la sociedad se preocupa por qué va a comer mañana y no por qué va a leer; donde tras largas jornadas de trabajo lo único que se quiere sólo es llegar a casa y dormir o, en todo caso, mirar alguna película.

Así que roguemos porque estas nuevas estrategias no terminen por vaciar al FCE tanto de recursos monetarios como de libros que quizá sean baratos, pero no serán leídos.

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