El fin de la política «Pies secos, pies mojados», anunciada el jueves pasado por el presidente estadounidense Barack Obama, conlleva el fin de los privilegios de inmigración que tenían los cubanos, por lo que miles de ellos, quienes intentaban llegar a Estados Unidos, se han quedado sin la protección que les brindaba el programa.
Jorge Rodríguez, médico cubano, dijo, desde Colombia, que al menos unos 600 colegas se encuentran varados en ese país sudamericano y aseguró que a Cuba «no regresan, porque serían perseguidos».
Asimismo, Ramón Saúl Sánchez, líder del grupo de exiliados cubanos Movimiento Democracia en Miami, expuso que, «son miles y no sólo están en México, hay cubanos que querían llegar con sus familias a Estados Unidos en Ecuador, Perú, Guatemala, Honduras, Nicaragua», de igual forma, comunicó que su organización ha recibido decenas de llamas de familiares para preguntar qué pasará con sus seres queridos.
Por otro lado, ya se registró el primer caso de cinco cubanos que se entregaron a las autoridades estadounidenses en el puente internacional que enlaza a México con Laredo, Texas, ya que ellos preferían arriesgarse y quedar detenidos por las autoridades migratorias que regresar a Cuba.
A lo que Bryan Johnson, abogado migratorio, menciona que aún hay buenas oportunidades de conseguir el asilo, si les han hecho daño o los han amenazado.
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