En sus declaraciones, Bush puso en duda si esta interferencia influyó en el resultado de las votaciones.
A pesar de la gravedad de sus declaraciones, el exmandatario no detalló de qué forma pudo haberse llevado a cabo esta operación.
Aprovechando el micrófono en una conferencia de economía en Abu Dhabi, el expresidente de los Estados Unidos, George W. Bush declaró que existe «evidencia bastante clara de que los rusos interfirieron» en las elecciones de 2016, pero no realizó señalamientos directos hacia el actual mandatario de ese país, Donald Trump.
A pesar de esta frase, Bush también estableció que «Si Rusia afectó el resultado es otra cuestión», dijo el exmandatario de los Estados Unidos durante el periodo comprendido de 2001 a 2009. El expresidente también estableció que es problemático el hecho de que una nación extranjera esté inmiscuida en el sistema electoral estadounidense ya que la bondad de la democracia depende de la «confianza de los ciudadanos en los resultados».
A pesar de la gravedad y la contundencia de sus declaraciones, Bush no explicó a qué se refería exactamente con la «intervención rusa» en las elecciones del año pasado, ni detalló de qué forma pudo haberse dado, no obstante cabe recordar que como consecuencia ha desata do una auténtica cacería del FBI sobre la administración de Donald Trump, actual presidente de EU y quien en días pasados, y contra el consejo de sus abogados, ha insistido en que aceptaría entrevistarse con el fiscal especial Robert Mueller para responder a las interrogantes sobre si hubo colusión entre miembros de su campaña a la presidencia en 2016 y el gobierno ruso.
Las declaraciones de George W. Bush tienen un peso especial debido a que pertenece a una de las dinastías más influyentes de la política de los Estados Unidos. Además, son varias las agencias de inteligencia del vecino país del norte las que sospechan que Rusia pudo haber intervenido en los comicios de 2016 para ayudar a Trump a ganar.
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