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El presidente constitucional también les solicitó a Uruguay, Bolivia y el Caribe intervenir.

Por otro lado, Juan Guaidó inició la Operación libertad y convocó a una marcha multitudinaria en Caracas para el miércoles.

Tras la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente de Venezuela más de 50 países respaldaron este anuncio del líder opositor y un número considerablemente menor mostró su apoyo a Nicolás Maduro; entre las naciones que manifestaron una posición neutral se enlistaron algunos del Caribe, Bolivia, Uruguay y México, quienes exhortaron a un diálogo nacional.

A este último grupo ha recurrido el mandatario constitucional, quien les pidió intervenir para buscar una solución pacífica al conflicto en el país sudamericano. «Hago un llamado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (…) al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez (…) al presidente de Bolivia, Evo Morales, les hago un llamado a los primeros ministros y presidentes del Caribe (…) Venezuela pide apoyo y acompañamiento para un gran diálogo de paz, de entendimiento», externó Maduro.

En las últimas semanas el gobierno de Estados Unidos ha endurecido e incrementado las sanciones contra el régimen de Maduro, además, en días recientes la tensión en Venezuela se ha elevado, situaciones que habrían orillado al presidente constitucional a replantearse su postura inicial y llamar a la participación de los países mencionados para propiciar un diálogo incluyente.

El presidente, quien se encuentra en su segundo mandato, advirtió —durante un evento en Caracas— que es momento de detener las acciones contra su país, para lo cual manifestó su intención de incluir a todos los actores políticos en las pláticas que propone: «Pongamos sobre la mesa todas las cartas, cesen los ataques terroristas y las emboscadas, y con el acompañamiento de México, Bolivia, Uruguay y el Caribe, Venezuela pide instalar, más temprano que tarde, una mesa de diálogo nacional con todos los sectores».

Mientras tanto, Juan Guaidó se encuentra organizando e iniciando la llamada Operación libertad, la cual consiste en provocar la caída de Maduro con base en la articulación de las bases opositoras que apoyan al político opositor. Para esto, Guaidó convocó a una movilización en la capital del país para ejercer presión sobre el régimen oficial.

 

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