El ex colaborador de Trump tiene 18 acusaciones criminales en su contra y, de ser culpable, pasaría el resto de su vida en prisión.
Manafort no es enjuiciado por su gestión como gerente de campaña de Trump sino por su trabajo con el gobierno ucraniano, que es aliado de Rusia.
Tras ser acusado de fraude bancario y tributario, así como de ocultar millones de dólares que cobró por trabajar para oligarcas rusos en Ucrania, Paul Manafort (ex jefe de campaña de Donald Trump) enfrentó el primero de dos juicios que le dictó el fiscal Robert Mueller.
Un tribunal en los alrededores de Washington fue testigo de cómo Manafort fue acusado por los fiscales de fraude bancario y tributario; este juicio se produjo como resultado de la investigación del fiscal Mueller sobre la injerencia rusa en las pasadas elecciones estadounidenses. Si bien Trump no está directamente relacionado con las acusaciones sobre su ex colaborador, con el paso del tiempo su nombre podría salir inmiscuido.
Manafort está siendo enjuiciado por su colaboración con el gobierno de Victor Yanukovich, presidente de Ucrania de 2010 a 2014, que tiene una relación muy cercana con el Kremlin. Por lo que no se descarta que pueda existir alguna conexión con la campaña presidencial de Trump.
Para ambos juicios se tiene prevista la comparecencia de 35 testigos, entre los que destaca Rick Gates, ex colaborador de Manafort, quien participa con el objetivo de reducir su pena en prisión si es que resulta responsable.
El ex jefe de campaña de Trump tiene un panorama complicado pues podría alcanzar una pena máxima de 305 años de cárcel. Este primer juicio contra Manafort podría durar tres semanas para, posteriormente, enfrentar el segundo en septiembre en el que se le señala por conspiración, obstrucción de la justicia y por fungir ilegalmente como agente de un gobierno extranjero.
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