Los afectados continúan en demandas judiciales a una década de distancia del conflicto legal.
Las autoridades estadounidenses emitieron ofertas con base en estimaciones inferiores a los valores de los terrenos, en lugar de efectuar evaluaciones formales de las tierras implicadas.
El muro fronterizo que hay entre el estado de Texas y nuestro país se extendió hace diez años, lo que pocos sabían es que el gobierno estadounidense despojó a los dueños de los terrenos de la zona para poder llevar a cabo la construcción.
Así lo dieron a conocer los portales Texas Tribune y ProPublica con base en una investigación que realizaron. De acuerdo con estos medios, hace una década el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) quitó tierras a ciudadanos para la edificación de alrededor de mil kilómetros de muro fronterizo, lo que representa la confiscación más grande de tierras privadas en años.
La investigación establece que el DHS incurrió en tratos injustos de bienes raíces para posteriormente quitar las garantías legales de los propietarios de forma secreta y hacer uso del «extraordinario poder» del gobierno para apropiarse de los terrenos.
Se trata de miles de hectáreas en los estados de Arizona, Nuevo México y Texas, esta circunstancia hizo que el DHS presentara, en menos de un año, más de 360 demandas de expropiación pública contra los dueños de las tierras.
Ambos portales acotaron, como uno de los puntos clave de la investigación, que el DHS violentó las leyes que permiten a los propietarios recibir una compensación por este tipo de casos.
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