Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, aseveró que es imprescindible que el Estado mexicano abandone el paradigma militar para conformar la ley de seguridad interior.
En su intervención dentro de la mesa de Seguridad y Derechos Humanos en México, comentó que es indispensable evaluar los diez años que llevan las Fuerzas Armadas en las calles y de ahí tomar la decisión de que se mantengan o se profesionalice a las policías estatales, municipales y regionales.
Jarab dijo que evaluar la experiencia de los últimos diez años, los comentarios de los expertos son completamente unánimes al señalar que la disminución de la violencia en México no va por la continuación del paradigma militar, por lo que se debe cuestionar si es la seguridad interior el marco conceptual adecuado para abordar los retos de criminalidad y violencia que afectan a México.
El representante del Alto Comisionado señaló que la Ley de Seguridad Interior no es la mejor solución para erradicar o disminuir la violencia. Además apoyó a una salida gradual de las calles de los militares, ya que de hacerlo de manera súbita abonaría a que los delincuentes retomaran el control.
Por su parte, Luis Raúl González Pérez, el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, coincidió con la postura de Jarab y solicitó que esta ley no tenga injerencia política o de militares, debido a que es un tema sensible.
«La necesidad de que se emita una ley sobre seguridad interior, así como el alcance y contenido que, en su caso, debería tener la misma, no pueden ser producto de decisiones coyunturales o políticas», opinó.
Manifestó que requiere un proceso deliberativo cuidadoso que considere la pluralidad de opiniones que de manera objetiva e informada se formulen con relación a dicha materia. Finalmente agradeció la disposición mostrada por el Poder Legislativo para permitir una mayor discusión sobre este tema.
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