La ambivalencia de opiniones en torno a Andrés Manuel López Obrador es inevitable en todos los casos. Así lo es con su popularidad y así será el año que hoy inicia. El tabasqueño enfrenta a la oposición que él mismo forjó, una ciudadanía que da seguimiento a gran parte de sus actos y decretos.
La oposición es férrea en los actos de López Obrador y de Morena. Leyes hechas a modo y temas complejos serán abordados en los siguientes días y se debe continuar con la persecución de hechos y factores que permitan tener conocimiento entero de lo que podría acontecer.
Guardia Nacional, el inicio de la construcción del Tren Maya, el levantamiento de 100 universidades públicas en zonas de poco o nulo desarrollo, las becas a jóvenes y el Tren Transistmico son tan solo algunos de los retos que enfrentará. A ellos, se suman los ya conocidos gazolinazos, la militarización del país, la depreciación del peso frente al dólar, la política migratoria nacional e internacional, y la diplomacia o tensión con otros mandatarios y países.
Hay nuevos retos en la política mexicana: el nuevo partido hegemónico tendrá que aprender a serlo; los opositores necesitarán pulir sus estrategias puesto que en pocas ocasiones se han visto como minoría en el Congreso. La muerte de dirigentes, como lo fue la de Rafael Moreno Valle recientemente tendrá consecuencias que pueden dividir o sumar al interior de una institución política, tal y como lo es en el PAN.
El PRI por otro lado se encuentra en pleno uso de las organizaciones y asociaciones que fundó a lo largo de su vida para hacer frente a temas planteados por AMLO y la mayoría legislativa. Un México turbulento y violento tendrá que ser enfrentado; carencias en términos de Derechos Humanos parecen ser bien solventadas en un primer mes de acciones pero incongruencias e inconsistencias se han hecho presentes respecto a lo planteado en campaña.
El reacomodo de carteles de la droga se hará presente sin duda alguna, hecho que nos hará ver si las medidas planteadas son eficaces. Mientras tanto, enfrentamos un primer mes más violento que los dos anteriores. El panorama económico luce estable pero ya ha sufrido turbulencias por malas decisiones o dichos impulsivos e irresponsables.
Instituciones enfrentan no sólo crisis de credibilidad sino de también de ejercicio. La propuesta es que esto cambie a raíz de distintos planteamientos establecidos, entre el buen ejercicio de las leyes y una Constitución moral; entre ingresos potenciales y egresos dudosos; entre la presidencia y la continuidad de la interminable campaña.
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