El ex mandatario se disparó para evitar ser arrestado
Se le acusaba de haber participado con sobornos en el caso de la constructora Odebrecht
El expresidente de Perú, Alan García, quien estaba acusado por corrupción en el caso Odebrecht, murió este miércoles en un hospital de Lima, luego de haberse disparado en la cabeza antes de que agentes de la policía pudieran arrestarlo. El deceso fue confirmado por miembros del partido APRA.
El anuncio fue hecho por el secretario personal de García, Ricardo Pinedo, mientras que unos minutos después también fue confirmado por el presidente Martín Vizcarra en su cuenta oficial de Twitter.
«Consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos», escribió el actual mandatario.
Por su parte, el Presidente del Congreso, Daniel Salaverry, señaló que la muerte del expresidente «es un hecho que nos debe llevar a la reflexión a todos los peruanos. Mis condolencias a los familiares y a los simpatizantes y militantes del Partido Aprista», escribió en sus redes sociales.
El director del hospital Casimiro Ulloa, Enrique Gutiérrez, informó que cuando García llegó al nosocomio presentó un disparo de arma de fuego en el cráneo «con orificio de entrada y salida», por lo que rápidamente se le ingresó a cirugía para poder salvarlo, aunque por desgracia sus intentos fueron en vano, pues el exmandatario falleció poco tiempo después.
Antes del deceso, militantes del Partido Aprista llegaron al hospital, donde tuvieron algunos altercados con la Policía, al igual que acusaron a la Fiscalía y a los medios de comunicación de haber «orillado» a García a cometer suicidio debido a las denuncias que se difundían en su contra.
García, quien fue presidente de Perú en dos ocasiones (1985-1990 y 2006-2011), era investigado por presuntos sobornos en la construcción de un tren para Lima, proyecto en el que estaba involucrada la constructora Odebrecht.
El ministro del Interior peruano, Carlos Morán, aclaró que el incidente ocurrió cuando los agentes y el fiscal Henry Amenábar accedieron al hogar de García para comunicarle que sería arrestado. Posteriormente, el expresidente dijo que iba a hacer una llamada a su abogado, por lo que fue a su habitación y cerró la puerta.
«A los pocos minutos se escuchó un disparo. La policía forzó la puerta, encontró al señor García con una herida en la cabeza y le trasladó al hospital», aseguró Morán, quien además afirmó que, desde que los agentes llegaron hasta que trasladaron al herido al hospital, se llevaron a cabo los protocolos correspondientes.
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