El expresidente de Perú fue obligado a abandonar la embajada uruguaya en Lima
Por respeto a los tres poderes de Perú, presidente de Uruguay rechazó petición de asilo al exmandatario.
El Presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, decidió rechazar la solicitud del exmandatario peruano Alan García para obtener el asilo diplomático de su país, luego de que éste último la solicitara hace un par de semanas, tiempo desde el cual se encontraba recluido en la embajada uruguaya en Lima.
Tabaré Vázquez confirmó que su decisión está sustentada en el respeto al funcionamiento «autónomo y libre» de los tres poderes del Estado (de Perú), «especialmente el Poder judicial que está llevando a cabo las investigaciones de eventuales delitos económicos» del expresidente García.
Tras su resolución, emitida durante una conferencia de prensa, el mandatario uruguayo afirmó que García debería abandonar de inmediato las instalaciones de la embajada de Uruguay en Perú, como que García acató de inmediato y deberá responder ante las leyes de su país, mismas que le prohibieron la salida de Perú por un lapso de 18 meses.
De acuerdo al mandatario uruguayo, después de analizar el expediente del caso, basó su decisión en los argumentos presentados por los abogados de Alan García, así como en una misiva que recibió del exmandatario.
El futuro de Alan García
El canciller uruguayo, Rodolfo Nini Novoa, aseguró que el gobierno de su país no considera a las «investigaciones judiciales», en contra de García, como una «persecución política», sobre todo, en el entendido que se derivan de señalamientos por económicos y malos manejos administrativos, durante sus dos gestiones como presidente de Perú.
Novoa reiteró que «no es ilícito» otorgar el asilo a cualquier ciudadano que así lo requiera, mientras este se encuentre bajo alguna investigación o estén siendo «imputados o procesados en forma ante tribunales ordinarios y por delitos comunes».
Al mismo tiempo, el canciller uruguayo reconoció la importancia que el asilo político tiene para defender los derechos fundamentales de las personas, sin embargo, reiteró los «graves peligros» que podrían generarse por su mal manejo, cayendo incluso en un aliciente para la impunidad.
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