Tras cinco años de restauración luego del devastador incendio de 2019, la Catedral de Notre Dame reabre sus puertas este domingo. Este monumento no solo es una joya de la arquitectura gótica y un símbolo de París, sino que también alberga historias fascinantes. Aquí te contamos cinco datos especiales sobre este hito parisino:
El corazón de Francia
En el adoquinado frente a Notre Dame, encontrarás el Point Zéro des Routes de France, una modesta placa de bronce que marca el punto desde el cual se miden todas las distancias en Francia. Aunque instalada en 1924, el concepto de un “cero nacional” data de 1769, cuando el rey Luis XV buscaba conectar la geografía del país con su epicentro en París.
Las gárgolas no son lo que parecen
Aunque las verdaderas gárgolas de Notre Dame, diseñadas para drenar agua de lluvia, datan de la construcción original, las quimeras, esas figuras monstruosas y místicas, son del siglo XIX. Fueron añadidas por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, inspirado en El jorobado de Notre Dame de Víctor Hugo.
De catedral a templo de la razón
Durante la Revolución Francesa, Notre Dame fue despojada de su carácter sagrado y renombrada como “Notre-Dame de la Raison.” Se utilizó para festivales de la Ilustración e incluso como almacén de vino. Recuperó su función religiosa en 1795, siendo escenario de la coronación de Napoleón en 1804.
Los reyes decapitados
Revolucionarios decapitaron 28 estatuas de la fachada de Notre Dame en 1792, pensando que eran reyes franceses, aunque representaban a los reyes bíblicos de Judá. En 1977, fragmentos de estas cabezas fueron descubiertos en París y hoy, restaurados, se exhiben en el Museo de Cluny.
El polvo de plomo y sus lecciones
El incendio de 2019 liberó toneladas de polvo tóxico de plomo en París. Esto expuso la falta de estándares para medir la contaminación exterior por plomo. El desastre obligó a realizar una limpieza profunda y replantear las normativas ambientales.
También te puede interesar: Biden agradece a Sheinbaum por decomiso histórico de fentanilo
Con esta reapertura, Notre Dame no solo se reafirma como un emblema histórico, sino como un lugar que sigue contando historias y enfrentando retos contemporáneos.
Con información de medios.
KJCS