El operativo Mochila Segura tiene el propósito de prevenir que los alumnos introduzcan objetos que atenten contra la integridad física, emocional o moral de los estudiantes al interior de los centros educativos, entre las restricciones se encuentran objetos como aerosoles, plumones de tinta indeleble, revistas, juguetes u objetos peligrosos. Foto: Rompe Viento

El pasado 18 de enero se registró un evento sin precedentes en el país, un tiroteo dentro de un colegio, en el que un adolescente agredió con arma de fuego a su profesora y sus compañeros dentro del salón de clases. Tras lo ocurrido, autoridades gubernamentales, policías estatales, directivos y padres de familia retomaron el operativo Mochila Segura.

El operativo Mochila Segura tiene el propósito de prevenir que los alumnos introduzcan objetos que atenten contra la integridad física, emocional o moral de los estudiantes al interior de los centros educativos, entre las restricciones se encuentran objetos como aerosoles, plumones de tinta indeleble, revistas, juguetes u objetos peligrosos.

Además de la revisión de mochilas a la entrada de los institutos, se han entregado miles de mochilas transparentes a alumnos de educación básica, sobre todo primaria y secundaria, para evitar que ingresen a los centros educativos con objetos prohibidos.

Sin embargo, el operativo se ha puesto en debate por diversos sectores sociales que lo consideran como un atentado a la intimidad de los alumnos. Aunado a eso, se han registrado denuncias de abusos, como el de abril de 2016, en el que se reportó que siete municipales de Chichimilá, Yucatán, desnudaron a alumnos de secundaria para detectar si portaban sustancias ilícitas.

Por su parte, el Colegio de Bachilleres de Veracruz, de acuerdo con La Jornada, aseguró en sus lineamientos para el Operativo Mochila Segura, que estas medidas «no son eficaces por sí mismas, [ya que] para lograr su efectividad deben ser reforzadas con otro tipo de acciones que consideren a los jóvenes como sujetos activos».

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