Que Trump y los rusos impondrán a AMLO, podría ser el siguiente rumor.
Según las especulaciones de la alianza PAN-PRD-MC, si AMLO ganara las elecciones, perdonaría a Peña de todo delito, a cambio de que éste le permita llegar a la presidencia.
Con la publicación de diversas encuestas que ya proyectan a Andrés Manuel López Obrador como un inalcanzable puntero, con más del 50 por ciento en las intenciones de voto, comenzó a tejerse una nueva versión-pretexto, con el que sus rivales, en este caso la alianza PAN-PRD-MC, quizá pretenden acolchonar desde ahorita el dolor de una virtual derrota.
El rumor que este lunes comenzó a adquirir fuerza tiene por médula una supuesta negociación entre AMLO con el presidente Enrique Peña Nieto, en un acuerdo que beneficiaría a ambas partes; por un lado, el actual ejecutivo evitaría cualquier traba u anomalía que pudiera impedir que el tabasqueño ascienda a la silla presidencial, por otro, al abanderarse éste como nuevo presidente, perdonaría al mexiquense de todo delito y evitaría que la justicia lo persiga y lo juzgue.
Es decir, de acuerdo con el PAN si López Obrador ganara la presidencia de México, el priista tendría un historial tan reluciente que los caso como Monex, Casa Blanca, Estafa Maestra, Ayotzinapa, Tlatlaya, Tanhuato y Pegasus, seguidos de un larguísimo etcétera, pasarían al baúl de los recuerdos, durante el gobierno de una administración cuya bandera principal es acabar con la corrupción y la impunidad.
Con lo anterior, claro queda entonces que la coalición Por México al frente, autores de esta historia, han mostrado más la debilidad y la falta de credibilidad en que su candidato pueda remontar esa ventaja doble que el morenista ha logrado amasar, como resultado de casi 12 años de campaña. Ricardo Anaya y sus asesores políticos deben encontrarse ya en un punto de desesperación tal, que incluso, ahora acusa a quien hace unos meses le dedicaban guiños para iniciar un plan anti Peje, de negociar con el experredista.
Además, dicho planteamiento parece pensado para un escenario apocalíptico en el caso del blanquiazul, pues no hay que olvidar que, por ahora, su bandera de candidato le ha permitido amortiguar los testarazos que el gobierno le ha propinado por los temas de presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, sin dejar de mencionar que una fracción al interior de Acción Nacional sigue molesta por la salida de Margarita Zavala del partido, por lo que hablar de un pacto entre Peña y López Obrador funciona muy bien como una justificación adelantada.
¿Será que Acción Nacional y el Sol Azteca se acabaron ya las provisiones y que, de plano, ven muy lejos al tren que lleva a Morena directo a la presidencia? ¿Cuál es el siguiente rumor que podríamos esperar? ¿Que los empresarios también se aliaron con el Peje? ¿Que Trump y los rusos quieren imponer al tabasqueño?, viniendo de los maestros de ese tipo de propaganda, no sería nada extraño eso y muchísimo más.
Finalmente, a quien seguramente no le es ni le será mono ese rumor, claramente es a José Antonio Meade, pues en su experimento de campaña que inició como candidato ciudadano, para después cambiar el semblante y declararse priista, no solo le estaría tocando lidiar con la versión de su posible decline por Anaya Cortés, sino ahora de ser una ficha más en el pacto firmado entre el gobierno federal y Morena para mandar muy lejos al de Macuspana.
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