El miércoles 29 de marzo, el papa Francisco fue hospitalizado por una infección respiratoria, así lo dio a conocer el vocero del Vaticano.
El pontífice fue trasladado en ambulancia al hospital Policlínico Gemelli de Roma, luego de sufrir de dolores en el pecho, al regresar de la audiencia general de cada miércoles. Una vez que llegó al hospital, se le realizaron diversas pruebas, como TAC de tórax, cuyos resultados fueron favorables y se descarta de alguna situación de gravedad.
El papa Francisco se encuentra en la décima planta del hospital romano, pues allí se encuentran dos apartamentos reservados para los pontífices; fue en ese mismo lugar donde el papa Juan Pablo II tuvo estancias prolongadas, por lo que se le llegó a conocer como Vaticano 3.
En un comunicado se anunció el descarte de fiebre, neumonía y de COVID-19, y se especificó sobre la mejora progresiva del papa.
“Esta mañana, después de haber desayunado, ha leído algunos periódicos y ha retomado el trabajo… Antes de comer ha ido a la capilla del apartamento privado –ha añadido–, donde ha rezado y ha recibido la eucaristía”, así lo informó Matteo Bruni, portavoz de la santa sede.
Carta de renuncia
Desde hace algunos años, el papa Francisco entregó una carta de renuncia, por si su salud llegara a impedir llevar a cabo sus actividades como pontífice.
El papa de 86 años ha mostrado su agradecimiento, a través de un tuit, ante los mensajes de apoyo que le han enviado ante su reciente hospitalización.
“Conmovido por los numerosos mensajes que he recibido en estas horas; doy las gracias a todos por su cercanía y su oración”.
Fue en 2013 que firmó una carta de renuncia, pues no le gusta dejar nada al azar, así lo dio a conocer, el diciembre pasado, en una entrevista al medio español ABC.
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