El presidente de Perú, Pedro Castillo, propuso aplicar la castración química como castigo a los violadores sexuales. Esto, luego de que la semana pasada se supiera el ultraje a una niña de tres años a quien secuestraron y posteriormente abusaron de ella en la ciudad de Chiclayo.
La policía capturó al violador, de 48 años, el miércoles y luego encontró a la pequeña atada con cinta de embalaje en una casa donde estaba recluida. De acuerdo con una nueva ley de 2018, los violadores de menores de 14 años reciben cadena perpetua.
El mandatario indicó que su propuesta de castración química se aplicaría a todos los violadores de menores de edad, adolescentes y mujeres, “tal como ya se realiza en otros países del mundo”.
“Es una opción, no podemos esperar más. El país debe adoptar políticas públicas de Estado más severas que salvaguarden los derechos humanos de los más indefensos que son nuestros niños y niñas”, explicó en un comunicado.
“Los crímenes de violencia sexual contra los niños y niñas no serán tolerados por este gobierno, ni quedarán impunes. El dolor de esta familia también es el nuestro”, sostuvo el mandatario.
Para ser válida, esta medida debería ser incluida en el Código Penal y la aprobación del Congreso para su legalidad, “tal como ya se ha hecho en países como Rusia, Estados Unidos (siete estados), Polonia, Corea del Sur, Indonesia y Moldavia, donde ya se aplica”.
Recordó que “la castración química consiste en administrar medicamentos que reducen la libido e inhiben el deseo sexual. Se aplica como un método de prevención contra las agresiones sexuales, y también como castigo para los que cometen crímenes de esta índole”.
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