La madrugada del lunes, fue registrada una explosión en las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), donde se ubica la agencia del Ministerio Público federal en Tula, este siniestro fue manejado con hermetismo, ya que cuerpos de emergencia locales fueron desalojados bajo el argumento de que «todo se encontraba en orden».
Pero, después de un posible reporte sobre un atentado, policías municipales declararon que el personal de la procuraduría negó la situación y protegió el lugar con cinta amarilla para no contaminar evidencias.
Según la PGR, la explosión fue consecuencia de la acumulación de gases que provocó un estallido en la sala de espera en las instalaciones que ocupa la subsede, lo que ocasionó daños menores, por lo que no reportó lesionados.
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