Reconocen valor cultural e histórico de Tlatelolco.
A casi siete siglos desde de su fundación, Tlatelolco sigue resguardando parte de la historia y cultura nacional.
Tlatelolco (a propósito de las fechas) no representa solamente el punto más álgido de la represión gubernamental en contra de las movilizaciones sociales, en especial las estudiantiles; su importancia se remonta hasta el momento de la fundación de la antigua ciudad de mexico-Tenochtitlán y su ciudad gemela mexico-Tlatelolco.
Su fundación se fechó en el año 1337, apenas unos años después de haberse fundado el corazón político y religioso del imperio mexica, sin embargo, la importancia de Tlatelolco trascendió hasta las crónicas de los conquistadores, pues en la Historia verdadera de la conquista de la nueva España, escrita por Bernal Díaz del Castillo, hace referencia al Templo Mayor, escalado por los conquistadores, pero no fue el de Tenochtitlan, sino el de Tlatelolco.
La importancia histórica del lugar volvió a retomar una gran fuerza a raíz de los acontecimientos en la Plaza de las Tres Culturas; a partir de 1968 se convirtió en un símbolo de resistencia y represión, además de un recordatorio de la última resistencia del imperio mexica, antes de la caída, y de la matanza del 2 de octubre.
Por ello y para enaltecer su valor histórico, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, firmó el decreto donde se reconoce a Tlatelolco como Patrimonio Cultural Intangible, un reconocimiento impulsado por la Universidad Autónoma de México (UNAM) y realizada en las instalaciones del Centro Cultural Universitario de Tlatelolco, a través de la Secretaría de Cultura de la CDMX.
El mandatario capitalino aseguró que con este decreto se buscará «preservar el valor social, histórico y artístico de este sitio emblemático de la memoria de la Ciudad de México». Además recalcó la importancia de salvaguardar la historia de los movimientos estudiantiles, especialmente el de 1968, «Lo que no podemos permitir es que siga existiendo un solo estudiante más del que no sepamos su paradero, que sea víctima de agresión y ataques».
Por si fuera poco, Tlatelolco sigue resguardando el patrimonio cultural e histórico del país, donde conviven en armonía tres distintas épocas. «No existe en esta ciudad un sitio de tal trayectoria, con símbolos materiales visibles y palpables, con esa historia y con la simbología intangible de resistencia, de transformación, de resiliencia y constante adaptación (…) Aquí se muestra lo que nuestra ciudad ha sido, ha sufrido, lo que es y ha querido ser», señaló el rector de la UNAM, Enrique Graue.
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