Un jaguar que se encontraba en el interior de un domicilio y era tratado como mascota en San Luis Potosí, fue asegurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, ya que los propietarios no contaban con los permisos necesarios.
«Kaín» de aproximadamente un año y dos meses de edad fue asegurado por personal de la Profepa, luego de pedir a los propietarios del felino que comprobasen que contaban con el registro ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ni el plan de manejo del felino.
El jaguar fue llevado al Gran Santuario Mexicano Jaguar Negro Tigre Blanco, donde se mantendrá mientras se resuelve el procedimiento administrativo sobre la custodia del «gatito».
El jaguar fue catalogado en la Norma Oficial Mexicana como una especie en peligro de extinción.
Asimismo, la Ley General de Vida Silvestre estipula que quien posea un jaguar de manera ilegal, puede ser acreedor a una multa de 50 a 50 mil Unidades de Medida y Actualización, así como el decomiso de la criatura silvestre.
Al final, la Semarnat determinará si el animal volverá con sus propietarios, conforme al programa de actividades de especies silvestres en función del hábitat y las poblaciones.
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