Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de Zonas Económicas Especiales, comunicó que durante el gobierno de Antonio Gali el gobierno federal consolidará una zona económica de nicho en Puebla, misma que estaría orientada al sector automotriz y aeroespacial, con lo que se buscará proveer a las armadoras automotrices radicadas en la entidad.
Sin puntualizar sobre la ubicación de la nueva zona en el estado, Candiani explicó que Puebla cuenta con las condiciones para la creación de un macroparque industrial ocupado con pequeñas y medianas empresas que puedan ser proveedoras de armadoras como Audi y Volkswagen.
Tras asistir a la toma de protesta del nuevo gobernador de Puebla, Gali Fayad, el encargado de la AFDZEE adelantó que el proyecto podría ponerse en marcha a finales de este año o principios del próximo, una vez definida la ubicación y asegurados a los inversionistas; sin embargo, aclaró que es un hecho que daría tiempo consumarlo en la actual administración estatal, pese a que sólo durará 22 meses.
“Vamos a empezar a ver en dónde son los terrenos óptimos, todos los estudios de prefactibilidad, de impacto y empezar toda la parte de la promoción de la inversión, estoy seguro que Puebla va a ser una zona de nicho con gran éxito”, expuso.
De acuerdo con el proyecto del gobierno federal, una Zona Económica es un área delimitada geográficamente, ubicada en un sitio del país con ventajas naturales y logísticas para convertirse en una región altamente productiva.
Su objetivo es democratizar la productividad, a nivel regional, para que sus habitantes tengan las mismas posibilidades de desarrollo y bienestar que los del resto del país, que puedan contar con beneficios fiscales y laborales, un régimen aduanero especial, un marco regulatorio ágil, infraestructura de primer nivel, programas de apoyo en capital humano, financiamiento, innovación, entre otros estímulos preferenciales.
A nivel nacional, las primeras tres Zonas Económicas planteadas por el gobierno de la república para 2017 son la del Puerto San Lázaro, que incluye municipios de la frontera entre Michoacán y Guerrero; la del Corredor del Istmo de Tehuantepec, que contendrá los polos de Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca; así como la de Puerto Chiapas, en Chiapas; otra más en Yucatán y posteriormente la de Puebla, una vez definidos los esquemas de participación del gobierno estatal, federal y del sector privado en la adquisición de los terrenos.
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