El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó iniciar la producción en serie del misil hipersónico Oreshnik, destacando su capacidad para alcanzar ciudades europeas y su avanzada tecnología militar. La decisión sigue al reciente uso del sistema para bombardear la ciudad ucraniana de Dnipró.
El impacto estratégico del Oreshnik
Durante una reunión con altos mandos militares, Putin enfatizó que el Oreshnik no es un misil balístico intercontinental ni un arma de destrucción masiva, sino un sistema de alta precisión diseñado para objetivos estratégicos. Según el mandatario, el desarrollo de este misil posiciona a Rusia como líder en tecnología militar avanzada, subrayando que actualmente no existen contramedidas efectivas para interceptarlo.
Además, el misil cuenta con un rango de entre 3,000 y 5,500 km, lo que le permite alcanzar la mayor parte de Europa e incluso objetivos en la costa oeste de Estados Unidos, si se dispara desde el Extremo Oriente ruso. Este tipo de armamento también puede portar seis cargas de maniobra en el aire, dificultando aún más su interceptación.
Evolución y antecedentes del sistema hipersónico
El Oreshnik está basado en el modelo ruso de misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh, cuya primera prueba exitosa se realizó en 2012. Sin embargo, su desarrollo fue suspendido en 2018 debido a limitaciones presupuestales. A pesar de ello, Rusia ha retomado el programa para competir en la carrera armamentística desatada tras el fin del tratado de fuerzas nucleares de alcance intermedio en 2019.
El misil alcanza velocidades de Mach 10 (12,350 km/h) y fue utilizado en su configuración hipersónica no nuclear en el ataque a Dnipró, mostrando una capacidad ofensiva que pone en alerta a Occidente.
Riesgos y desafíos globales
El desarrollo del Oreshnik no solo representa un avance tecnológico para Rusia, sino que también reaviva las tensiones internacionales. Analistas como Pavel Podvig, del Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme, advierten que este sistema amenaza la estabilidad estratégica, especialmente tras la salida de Estados Unidos del tratado INF en 2019.
Mientras tanto, el Kremlin asegura que los diseñadores del sistema serán reconocidos con premios estatales por su contribución tecnológica, subrayando que el Oreshnik es un símbolo del fortalecimiento de la retaguardia industrial rusa.
Con información de medios.
KJCS