Los rellenos sanitarios, los cuales están ubicados en Tlalnepantla y Naucalpan causan grave contaminación en aguas subterráneas por su manejo deficientes que derivó en el caso del primer municipio en su clausura y sin procurar que los nuevos centros de disposición final de residuos sean la mejor solución.
En Tlanelpantla, durante la administración del entonces alcalde Pablo Basáñez, el cabildo aprobó modificar la concesión inicial del relleno sanitario, hasta el 2024, a cambio de la condonación de la deuda por 21 millones de pesos y a pesar de que su vida útil concluye el próximo año.
Para el ambientalista Ramón Ojeda Mestre, es necesario que autoridades ambientales del gobierno federal o estatal que efectúe auditorías al relleno sanitario, para determinar si cumple con la normatividad en la materia, pues se corre riesgo de que se sature y la membrana colapse y escapen los lexiviados que consecuentemente se infiltraran en el subsuelo contaminando las aguas profundas.
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