El viernes en la noche agentes armados mantuvieron sitiados a alrededor de 200 estudiantes en una iglesia de Managua, razón por la cual la fuerza opositora de Nicaragua ha realizado tres jornadas de protestas contra el régimen del presidente Daniel Ortega. Las fuerzas gubernamentales rodearon el recinto religioso a una distancia de 50 metros y atacaron a los jóvenes con disparos y granadas, según testigos.
Se agudiza la represión en Nicaragua; fuerzas armadas actúan de forma violenta contra manifestantes - FOTO: REUTERS

El gobierno ha ordenado operativos de paramilitares en varias ciudades.

La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia fue quien convocó a las jornadas de protesta en contra del presidente de Nicaragua.

El viernes en la noche agentes armados mantuvieron sitiados a alrededor de 200 estudiantes en una iglesia de Managua, razón por la cual la fuerza opositora de Nicaragua ha realizado tres jornadas de protestas contra el régimen del presidente Daniel Ortega. Las fuerzas gubernamentales rodearon el recinto religioso a una distancia de 50 metros y atacaron a los jóvenes con disparos y granadas, según testigos.

Además de este y otros operativos policiales en la capital, también hubo hechos de represión violentos en la ciudad de Masaya que, en conjunto, han provocado decenas de heridos y dos muertos. Las dos personas fallecieron por impacto de bala en la cabeza, una de ellas se encontraba atrincherada en el templo de la Divina Misericordia; otras fuentes aseguran que son cinco los muertos durante los operativos de paramilitares que se han realizado en los últimos dos días en diversas ciudades.

En relación a los aproximadamente 200 estudiantes que se resguardaron en la parroquia referida, previamente se encontraban cubriéndose en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) pero al ser atacados por la policía decidieron trasladarse a la iglesia. Algunos de los jóvenes informaron que cuatro de sus compañeros fueron secuestrados por paramilitares.

Uno de los estudiantes rescatados en la iglesia, conocido como el Negro declaró: «Las balas nos pasaban silbando por encima de la cabeza (…) nos atacaron sin piedad e hicieron dos intentos de quemar la iglesia con nosotros adentro».

Fue necesaria la intervención del Episcopado para que los estudiantes pudieran salir a salvo del templo con rumbo a sus hogares, en el trayecto los jóvenes fueron protegidos por algunos obispos y personal de la Cruz Roja. En el camino se lanzaron consignas como «Vivan los estudiantes» y «Justicia»; al final de la ruta el grupo fue recibido por una multitud que entonaba canciones de protesta y el himno de Nicaragua.

Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), detalló algo de lo que se vive en el país centroamericano: «La situación es muy grave, necesitamos abrir un corredor para evacuar heridos, se nos está muriendo la gente».

 

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