Renegado Internacional

El 23 de junio de 1940 nace el músico escocés Stuart Sutcliffe, primer bajista de The Beatles, antes que Paul McCartney. Aunque su aportación al grupo es casi nula, su figura sí es anecdótica en la etapa primigenia de la banda.

Amigo de John Lennon desde los días de Escuela de Bellas Artes de Liverpool, su historia resume la de un artista talentoso que se sumó a la fiebre del rock and roll. John ya tenía su banda, los Quarrymen, junto a Paul McCartney y el joven George Harrison

La banda tenía una bien ganada reputación en los bares donde los marineros se embriagaban y peleaban con armas blancas. Una noche mientras los marinos y bohemios seguían la música, Paul McCarney y el entonces bajista Stuart Sutcliffe empezaron a darse puñetazos con la impericia de los veinteañeros. El motivo, Stu no pudo soportar una broma de Paul sobre su novia, Astrid.

La realidad es que McCartney estaba enfadado porque a su juicio, Stuart no estaba lo suficientemente comprometido con la banda.

Por esos días, Stu estaba más interesado en retomar su real pasión; la pintura. Desde su niñez mostró su inclinación hacia la pintura y el dibujo, por lo que no fue extraño que decidiera seguir una carrera.

Aquella historia ocurrió en noviembre de 1959 la galería de arte Walker de Liverpool convocó a una muestra con artistas locales, patrocinada por el magnate de las apuestas John Moores. Stuart envió una de sus obras, una pintura abstracta titulada The Summer Painting, con la esperanza de ser incluido en la selección; no solo clasificó sino que el mismo Moores le compró su cuadro por 65 libras. Ahí Lennon le sugirió que usara el dinero para adquirir un bajo y unirse a la banda, Stuart aceptó.

Pero pintar era una cosa, tocar el bajo en una banda de rock, otra. “Lo cierto es que no era buen músico -detalla George Harrison en The Beatles Anthology-. Le enseñamos a tocar unos acordes y ‘Thirty Days’ de Chuck Berry. Fue la primera canción que aprendió. Luego aprendió otros acordes y practicó hasta ser capaz de tocar otras canciones”.

Finalmente Stuart fue clave en un hito para la banda; a él y a Lennon se les atribuye la invención del nombre Beatles. “Una noche de abril de 1960, cuando caminábamos por Gambier Terrace, junto a la Catedral de Liverpool, John y Stuart dijeron: ‘Queremos que el grupo se llame The Beatles’’, recuerda McCartney. Hay quienes postulan que hubo dos inspiraciones; The Crickets, la banda de acompañamiento de Buddy Holly -uno de los héroes de la banda- y The Beetles, una de las pandillas de motociclistas de la película El Salvaje, protagonizada por un joven Marlon Brando.