FOTO: INAH

La ofrenda fue descubierta en abril del año pasado.

Este hallazgo en el Templo Mayor tiene una riqueza cultural importante, apuntó el INAH.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer que tras más de un año de trabajo concluyó la excavación, el registro digital y la limpieza de los alrededor de 800 artefactos y 11 mil materiales orgánicos que se hallaron en la ofrenda 174 del Templo Mayor, ubicado en la capital del país.

Los objetos fueron encontrados en el Cuauhxicalco, en donde se sepultaba los restos cremados de los líderes tenochcas, por lo que su valor es elevado. Antonio Marín Calvo, arqueólogo que participó en el descubrimiento, externó que la falta de lajas en el suelo del templo le hizo suponer a él y a su grupo de exploración que podía haber algún depósito de carácter ritual.

Cabe señalar que un tubo que conectaba con el colector de aguas negras que se construyó a inicios del siglo pasado fue el que salvó, sin querer, la Ofrenda 174; esto se debe a que la protegió al estar encima de ella.

Dentro de los objetos encontrados se cuentan 23 insignias de lámina de oro que refieren a la guerra entre Huitzilopochtli (Dios del Sol) y Coyolxauhqui (Diosa de la Luna); también hay caracoles y conchas que fueron trasladados desde el Caribe, así como orejeras de madera, cetros y cuchillos de pedernal.

La Secretaría de Medo Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio el registro oficial a esta colección de fauna silvestre del proyecto Templo Mayor adjunto al Museo del Templo Mayor, aseveró el INAH. Esto facilitará la continuidad de este y más proyectos que se realizan sobre las ofrendas de la cultura mexica.

 

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