THEREMIN: CANTO DE LA DIVA ELECTROMAGNÉTICA. FOTO: ESPECIAL

¿Qué es el theremin? Una extraña cajita articulada por botones y dos antenas que dan forma al primer instrumento electrónico en la historia que, modulado por ondas electromagnéticas, logra producir peculiares sonidos, como si presenciáramos el canto de una mecánica diva operística o, incluso, los acordes de un sombrío violonchelo.

Este atípico objeto fue inventado en 1919 por Leon Theremin, un ruso que luchó en la revolución, hombro a hombro, con los bolcheviques, además es considerado el único instrumento que puede tocarse «sin ser tocado», pues para ejecutarlo únicamente se acercan y se alejan las manos de cada una de las antenas.

¿Cómo funciona? La antena derecha, que por lo general es recta y en vertical, sirve para controlar la frecuencia; es decir el tono; así, cuanto más cerca está la mano derecha de la misma, más agudo es el sonido que se produce; por el contrario, la antena izquierda, que se dispone de forma horizontal, se utiliza para controlar el volumen, cuanto más cerca está la mano izquierda de esta antena, más bajo es el volumen.

Aunque hubo quienes reflexionaron que el sonido de esta diva electromagnética pudo desplazar totalmente la voz de una soprano y ejecutar piezas clásicas de gran agudeza sonora, el motivo de su creación no fue tal, e incluso hay figuras de la ópera que acompañan su canto con este instrumento, a casi cien años de su descubrimiento; hay muchos ejecutantes con diferentes niveles y estilos.

Las ondas sonoras del raro theremin han sido usadas por legendarios exponentes de la música, tan diversos como: Clara Rockmore, Led Zeppelin, Pink Floyd, Yoko Ono, Rita Lee, Radiohead, The White Stripes, Portishead, Karen O, Fangoria, Eyaculación Post Mortem o Los Caligaris, entre muchos otros, para generar, desde sonidos bailables, dulces baladas, hasta resonancias tristes y desgarradoras.

Lamentablemente, en México no hay escuelas para aprender a tocarlo y en el mundo apenas existen unas cuantas, por ello realmente son pocos los que se dedican a ese instrumento de manera profesional; sin embargo, no es extraño toparnos con sus ondas rítmicas en algunas bandas musicales de nuestro país, que lo adaptan de una forma exquisita en sus canciones.

No digo nombres, para no hacer publicidad gratuita, pero búsquenlos y disfruten con el goce qué, únicamente, los rayos del theremin pueden obsequiarle a nuestros oídos.

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