La relación bilateral Turquía-Estados Unidos se tensa con este intercambio de reacciones.
El gobierno de Donald Trump le prohibió a los estadounidenses hacer negocios con los dos funcionarios turcos que sancionó.
Hace 18 meses fue detenido en Turquía el pastor estadounidense Andrew Brunson por supuesta actividad terrorista, lo que provocó que recientemente Estados Unidos le impusiera sanciones a los ministros de Interior y Justicia de este país europeo, quien ha amenazado con revirar y tomar represalias por este hecho.
Así lo dejó ver el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía: «No hay duda de que esto dañará en gran medida los esfuerzos constructivos que se están realizando para resolver los problemas entre dos países (…) sin demora habrá una respuesta a esa actitud agresiva», apuntó.
Brunson fue detenido hace un año y medio por las autoridades turcas por supuesta participación en actos de espionaje y terrorismo; hace una semana recibió arresto domiciliario, lo que propició que Washington arremetiera contra Abdullhamit Gul, ministro de Justicia, y Suleyman Soylu, ministro del Interior.
El pastor estadounidense, quien se declara inocente de los cargos que se le imputan, tiene dos décadas viviendo en Turquía y dirigió una iglesia protestante en Izmir, ciudad ubicada al oeste; de resultar culpable podría pasar hasta 35 años preso.
Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, externó lo siguiente: «Creemos que (Brunson) ha sido víctima de un tratamiento injusto e injustificado por parte del gobierno turco».
HOY NOVEDADES/MI MUNDO