Integrantes de la etnia yaqui, del pueblo de Loma de Bácum desmantelaron parte de la construcción del gasoducto instalado en esta reserva indígena. De acuerdo con los reportes, un grupo de pobladores empezó a sacar los cables para, posteriormente, quitar la tubería, mientras más de 500 residentes de esta comunidad se encuentran en la guardia tradicional analizando la situación para emprender acciones.

El cruce del mega proyecto por sus tierras les ha generado discordia, al grado de que, el pasado 21 de octubre, se registró una trifulca masiva entre más de 600 yaquis con saldo de una persona muerta, 8 heridas y 13 vehículos incendiados.

El representante de una de las ocho tribus asegura que el gobierno federal y la empresa que encabeza el proyecto que pasa por sus tierras, burlaron y corrompieron a las autoridades de los otros pueblos. Dice que negociaron en «lo oscurito».

La empresa IEnova, constructora del gasoducto, logró firmas con gobernadores yaquis consagrados y duales, pero no consiguió Loma de Bácum, que, en lugar de aceptar, se amparó contra la obra y una juez de Ciudad Obregón le dio la razón.

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