A 10 días de la elección: diplomacia, promesas y muchas expectativas
A 10 días de la elección: diplomacia, promesas y muchas expectativas

López Obrador se ha encargado, en 10 días, de exponer cómo logrará un primer esbozo de cambio en el país.

A pesar de interponer ante todo el respeto a la ley, López Obrador actúa más como jefe de estado que el mismo Enrique Peña Nieto.

Hace apenas 10 días, los ciudadanos mexicanos salieron de sus casa para acudir a las urnas y emitir su voto, en lo que el Instituto Nacional Electoral ha destacado como una de las elecciones con mayor afluencia en la historia democrática de nuestro país.

No solo se registró la mayor votación a favor de un aspirante presidencial, sino que además, representó la crisis más fuerte para el partido hegemónico: el PRI. Esta institución política pasó de ser la primera fuerza política en San Lázaro, a tener tan solo 40, convirtiéndose en el quinto partido político con mayor presencia. En el senado, la situación fue muy similar, ya que consiguieron tan solo 13 escaños. Esto, sin tomar en cuenta que no resultaron ganadores de la elección de gobernador en ni una entidad.

Pero no solo fue trágico para el PRI, sino también para el PAN, partido que pudo salvar esta elección a pesar de haber perdido con un porcentaje de votos menor que el obtenido en 2012 por Josefina Vázquez Mota, pasando de 25.41 a 22.27 por ciento, convirtiendo a Ricardo Anaya en el panista menos votado en 20 años.

La hecatombe continúa: el Partido de la Revolución Democrática, partido que obtuvo solo el 2.87 por ciento de los votos en la elección presidencial; 8 escaños en el senado y 19 en la cámara de diputados. Por si fuera poco, la candidata por la jefatura de Gobierno, de extracción prdista, perdió también la elección.

En cuanto al ganador de la contienda, Andrés Manuel López Obrador, la situación ha sido más alentadora. No obstante, ha iniciado su gestión antes del 1° de diciembre, o eso pareciera. Ya que al segundo día, se entrevistó con el presidente Enrique Peña Nieto. Se presentó ante empresarios del Concejo Coordinador Empresarial (CCE), y ante algunos pertenecientes a la otra élite, el Consejo mexicano de Negocios, quienes para limpiar su nombre y alineándose a lo votado en los comicios, lanzaron un video apoyando el proyecto obradorista. No es más, un peligro para México.

Andrés Manuel López Obrador ha insistido en el hecho de que respetará las instituciones y los tiempos. Pero la muestra clara de lo contrario son las reuniones sostenidas, los preparativos para su toma de protesta el próximo 1° de diciembre.

Su agenda continúa siendo extenuante: reunión con empresarios, políticos, equipo de gabinete y su más reciente prioridad: el recibimiento de la comitiva enviada por Donald Trump. La jefatura de estado parece ya asumida, lo cierto es que se está hablando antes de tiempo y en exceso. Si bien Obrador ha dado muestras de verdadera diplomacia, las habladurías lanzadas en sus distintos discursos lo harán quedar mal a lo largo de su sexenio.

Planteó 4 por ciento de crecimiento de la economía. Ha hablado de que desde el inicio de su sexenio, aunque aún no sabe con cuánto presupuesto contará, doblará los apoyos a adultos mayores y comenzará con el otorgamiento de becas a jóvenes. Sus colaboradores han estipulado que no habrá gasolinazos. También se ha comentado que presidirá del Estado Mayor Presidencial. Que se bajará el sueldo. Que no vivirá en Los Pinos. Que desaparecerá la Comisión Nacional de Seguridad, etcétera.

En una primera instancia su electorado ha reclamado a través de redes sociales la designación de Manuel Mondragón como asesor en materia de seguridad. Sin duda, es un desacierto. Él que apela tanto a la historia, estaría cometiendo un grave error si decida otorgarle un cargo de mayor peso, ya que Mondragón y Kalb tiene las manos manchadas por la sangre de la represión vivida el 1° de diciembre de hace seis años, cuando Peña Nieto asumió la presidencia.

Si bien es cercano al círculo político de Marcelo Ebrard, Mondragón representa a los más turbios estratagemas que AMLO ha sumado a su equipo. Es cierto, Morena está lleno de este tipo de personajes pero pocos están tan sucios como él.

Esperemos, entonces, que López Obrador logre encontrar el camino para que su gestión cumpla con las expectativas. Queda ver que el tabasqueño deje de hablar y prometer, para ponerse a trabajar, una vez que la ley se lo permita.

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