Al Reclu Norte, la Dientona fue por Javidú...
Al Reclu Norte, la Dientona fue por Javidú...Ilustración: Mimí Kitamura

Con mucha paciencia lo esperaba Javier Duarte,

en su lujoso camarote, al copetudo, allá en el Reclu Norte.

 

Sin perder la prudencia, ansiaba negociar con Lord Peña,

pero lo cachó la Calaca y, al buen Javidú, lo arrastró de la greña.

 

Incrédulo de la Huesuda, el jarocho apeló al dominio de ciencia:

¡No me lleves, Catrina! ¡Hice huelga de hambre y verbal contingencia!

 

―¡Ya ni chingas, Duarte!, hasta al PRI le da hueva tu presencia o ausencia.

―¡Cárgate al Yunes!― gritó Javi ―¡ese canijo jode y jode según conveniencia!

 

La muerte ya encabronada se echó al lomo al exgober de Veracruz,

pero tanto pesaba el gordito, que la Niña Blanca no llegaba ni al tragaluz.

Siempre se lo dijo Karime, ella y su Javier merecían harta abundancia,

y ahora, en los brazos de la Dientona, a él no le queda ni la militancia.

Por: Edgardo Velázquez

HOY NOVEDADES/LIBRE OPINIÓN