Para el Partido Revolucionario Institucional, ya sea desde su Comité Ejecutivo, desde sus bancadas legislativas, así como para el gabinete presidencial, la eventual conformación de un frente opositor que agrupe a los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), sumado otras fuerzas políticas y ciudadanos, con miras a la elección del 2018, es una ocurrencia convenenciera.
Trátese del anterior líder del partido, Manlio Fabio Beltrones, del fresco Enrique Ochoa, o de la diputada Martha Tamayo, la conjunción de partidos de derecha e izquierda que tiene por único propósito sacar al tricolor de la Presidencia de la República, deja claras dudas sobre el tipo de ideología que sustentará ese proyecto, al que insistió en calificar de convenenciero.
«Yo creo que eso los connota ¿no?, no tienen un programa de gobierno común, ni siquiera hay en temas importantes unidad de pensamiento; es como juntar el agua y el aceite, pero tiene un solo propósito dicen ellos, que no llegue el PRI al gobierno, a mí me parece que eso dice mucho de una alianza de esta naturaleza que es convenienciera», dijo.
Tamayo Morales subrayó que la unión de los partidos opositores sin que estos cuenten con un programa de gobierno común, sin que coincidan en sus respectivas corrientes de pensamiento y en posturas sobre temas fundamentales como el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo y la defensa de la vida, no es más que un «despropósito».
Ante esto, el representativo del PRI en el Senado levanta la mano para manifestar que, un claro ejemplo de que ese tipo de uniones de coyuntura y con estrictos fines electorales, han derivado en «desastres» como los que se viven en los estados donde co-gobiernan, como Veracruz.
«En donde ha resultado electo algún gobernador por ambas uniones, por la unión de ambas fuerzas el resultado ha sido desastroso, búsquele y verá, porque con cuál tesis van a gobernar, con qué programa, cuáles son los puntos de unión para ellos, sacar al PRI me parece que es un despropósito plantear que se gobierne en el país con ese tipo de prioridades».
Lamentablemente para el Revolucionario Institucional, el poner de ejemplo a Veracruz como un estado ingobernable para la coalición de moda, resulta contraproducente, especialmente ahora que Javidú está por volver a los reflectores nacionales, por lo que tal ilustración parece más una «mordida de lengua» o una escupida para arriba.
A pesar de ello, desde las curules el PRI confía en que, los ciudadanos podrán ver que la oferta de partidos antagonistas al 100% no es conveniente para el país, porque sus diferencias ideológicas son diametrales, esto, sin tomar en cuenta la dificultad que tendrán para encontrar un candidato o candidata que pueda representarlos adecuadamente.
Habrá que ver cuál será su siguiente reflexión, si un coqueto PVEM se funde en los brazos de la coalición PAN-PRD.
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