• La seguridad en el transporte de carga se ha convertido en un desafío significativo en México, afectando tanto a ciudadanos como a empresas e industrias en el país.
  • El robo a transportistas es una de las principales preocupaciones, dado que representa pérdidas significativas que impactan en la economía nacional.
  • Ante este escenario, ALTO, una empresa líder en protección de activos, ha llevado a cabo un estudio exhaustivo para identificar las zonas de mayor riesgo en todo México y los modus operandi más comunes utilizados por los delincuentes.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por ALTO, algunas de las principales áreas de riesgo se encuentran en la Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Jalisco y Guanajuato. Estos lugares han registrado un aumento en los robos a transportistas y son considerados focos rojos para la seguridad en el transporte de carga.

Los transportes que parten de Centros de Distribución (Cedis) han sido identificados como los más vulnerables, ya que son los objetivos principales de los delincuentes. La situación se agrava debido a que estos criminales actúan en su mayoría como grupos organizados, demostrando un alto nivel de conocimiento sobre los procesos internos de las empresas de transporte. Este conocimiento les permite identificar rápidamente el tipo de mercancía que llevan los camiones y conocer a detalle las rutas de tránsito y atajos para escapar.

El informe de ALTO señala que los delincuentes utilizan diversas tácticas para llevar a cabo sus acciones criminales. Entre los modus operandi más frecuentes se encuentran:

1. Uso de inhibidores de señal GPS (jammers): Los criminales emplean dispositivos para evitar que las unidades de transporte sean localizadas a través del sistema de seguimiento GPS.

2. Simulación de accidentes: Los delincuentes provocan falsos accidentes para que los transportistas se detengan, momento en el cual son atacados y despojados de su carga.

3. Retenes falsos: Los criminales utilizan uniformes similares a los de autoridades para establecer retenes falsos y detener a los camiones con carga valiosa.

4. Persecución armada: Los transportistas son amenazados con armas de fuego durante persecuciones que culminan en el robo de la mercancía.

Estos robos no solo tienen un impacto negativo en las empresas y en la economía en general, sino que también afectan a la población en general al incrementar los precios de productos como la canasta básica, autopartes y mercancía de alto valor. Industrias como la retail, automotriz y tiendas departamentales se ven particularmente afectadas por este tipo de delitos.

Ante esta problemática, ALTO enfatiza la importancia de implementar medidas preventivas para garantizar la seguridad en el transporte de carga. La empresa aconseja a las compañías vigilar las buenas prácticas de sus conductores, establecer rutas alternativas de viaje, revisar las condiciones físico-mecánicas de los vehículos y, sobre todo, identificar las zonas de mayor riesgo para poder monitorear los camiones en caso de que deban transitar por ellas.

La colaboración entre empresas, autoridades y la sociedad en general es fundamental para construir comunidades seguras y reducir los índices de robo a transportistas. ALTO, con una trayectoria de 18 años en el campo de la protección de activos, continúa brindando asesoramiento y apoyo a las empresas en la implementación de estrategias de prevención y acción frente a los delitos.

En conclusión, la seguridad en el transporte de carga es un desafío que requiere de una respuesta integral por parte de todos los sectores involucrados. Con el trabajo conjunto y la implementación de medidas preventivas, es posible reducir los índices de robo a transportistas y proteger la economía del país. Para obtener más información sobre las soluciones que ofrece ALTO, se puede visitar su página web en https://www.alto-company.com/.