Siguiendo la eterna idea de llevar, nuevamente, puestos de trabajo a Estados Unidos, el mandatario Donald Trump no se cansa de reiterar su habitual amenaza sobre la construcción del muro y el «gran impuesto fronterizo» a empresas que produzcan en México; mientras que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aún no tiene fecha de renegociación, lo que ha provocado a los participantes: Canadá, Estados Unidos y México, una infinita polémica, generando que el mundo entero tenga los ojos apuntados en el continente americano, en especial, por los migrantes y la construcción del famoso muro fronterizo con México.
A la fecha, 600 empresas se encuentran interesadas en construir el «famoso» muro, las cuales presentarán propuestas y serán evaluadas en un proceso de preselección con fecha límite el 20 de marzo, día en que las compañías interesadas someterán un documento preliminar con el prototipo de muro, mientras que, para la segunda fase, las compañías seleccionadas tendrán que enviar un presupuesto antes del 3 de mayo. Lo anterior con base a la información del anuncio publicado en una web del gobierno de EU.
Dicho muro, será costeado por México, según los «berrinches» del mandatario estadounidense, sin embargo, no sólo el gobierno mexicano está en desacuerdo, ya que varios funcionarios republicanos han expresado que nuestro país no es el que debe de pagar ese muro. Un claro ejemplo es el líder de los republicanos en el Senado estadounidense, Mitch McConnel, quien descartó hace unos días la idea de que México pague el muro en la frontera sur de Estados Unidos, debido a que lo considera poco efectivo y caro.
Pero «Don Trump» sigue aferrado con que así sea, aunque contradictoriamente hace unas horas logró que sus marcas hayan sido registradas en nuestro país, por medio del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), en el sector de hotelería y turismo con vigencia hasta 2026.
Su eterno pleito con México por los migrantes, tal vez lo ha cegado por completo y no ve las consecuencias que traería el muro fronterizo, ya que, además de varias declaraciones de personas migrantes, asegurando que el muro no será impedimento para lograr su «sueño americano», una gran consecuencia para EU sería el desabasto de agua el cual subsidia del río Colorado, el cual cruza los estados de Colorado, Utah, Arizona, Nevada y California, en Estados Unidos, así como Baja California y Sonora, en México, para desembocar en el Mar de Cortés.
El mandato de Trump ocurre en medio de cambios políticos en el hemisferio, tras la llegada de gobiernos más abiertos a Washington en Brasil y Argentina, o la normalización de las relaciones de EU, con Cuba impulsada por el gobierno de Barack Obama. La bipolaridad del mandatario nos hace dudar respecto a sus «promesas y sus acciones», las cuales se encuentran separadas por una línea muy delgada.
Esperemos que con las marcas registradas en nuestro país, Trump pague los impuestos fronterizos, los cuales utilizó para amenazar a diversas marcas automotrices que tenían plantas laborales en México y, con ello, continúe con el nuevo sistema económico «Estados Unidos para estadounidenses»… mientras nosotros observamos hasta cuando le dura el chistecito.
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