Antes de la gira de agradecimiento, AMLO inició la de reconciliación
Antes de la gira de agradecimiento, AMLO inició la de reconciliación. Foto: Especial

Los directivos de Scotiabank se suman al listado de la AMLO-reconciliación.

Juan Pablo Castañón, Salvador Cienfuegos, El Bronco, Meade, Peña Nieto y Trump; protagonistas de la AMLO-reconciliación

Aunque Andrés Manuel López Obrador anunció que iniciará una gira de agradecimiento a nivel nacional, para quienes le ofrecieron su apoyo en la elección de julio pasado, antes emprendió otra gira más: la reconciliación dedicada a quienes, en algún momento de estos últimos 12 años, consideró enemigos número uno de la nación.

De este modo los directivos de Scotiabank que este jueves recibió en su casa de transición, se suman al catálogo en el que ya están palomeados los miembros del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), encabezados por Juan Pablo Castañón, con quien, cabe recordar, recientemente el de Macuspana trazó acuerdos en pro de mejorar el empleo y de ofrecer oportunidades para los jóvenes mexicanos.

Sin dejar de mencionar el intercambio de palabras «en muy buenos términos» que entabló con empresarios del Grupo Monterrey, con quienes, dijo, la relación es extraordinaria. Y claro está, su encuentro con el Bronco, al bajar del avión ya en tierras regiomontanas.

En el mismo catálogo de reconciliación y miel sobre hojuelas destacan los titulares de la Marina y la Sedena, pues con ellos acordó que los próximos almirantes y generales a cargo de dichas secretarías sería un elemento en activo. Atrás quedaron aquellas acusaciones del morenista respecto al actuar de marinos y militares en temas críticos, como el ocurrido a principios de 2018 en Nayarit.

No hay que dejar a un lado la reunión que entabló, el 3 de agosto, con quien fuera uno de sus máximos detractores durante la campaña presidencial: José Antonio Meade, ex candidato del PRI-PVEM-Panal a la silla de Los Pinos, pues aunque éste no dejó de tacharlo de mentiroso, incongruente y hasta encubridor, López Obrador le extendió la mano, e incluso, dicen algunos trascendidos de la prensa, le ofreció chamba en el nuevo gobierno.

Qué decir de aquellas palabras dedicadas al actual presidente Enrique Peña Nieto, a quien hoy día califica de una persona responsable y respetuosa de los procesos electorales y de la transición gubernamental; muy contrastante con sus declaraciones, en abril pasado, cuando aseguraba que el priista y el empresario Carlos Slim habían pactado para frenar el avance de Morena. Muy contrastante.

Pero la gira de los agradecimientos, elogios, besos y abrazos no termina ahí, pues sin duda el principal acto de reconciliación del ex perredista lo ha protagonizado con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, con quien se ha deshecho a halagos e incluso piensa invitar a su toma de protesta el próximo primero de diciembre.

Es decir, volando se fueron esos discursos enérgicos en los que AMLO aseguraba que haría entrar en razón al estadunidense sobre la importancia de los mexicanos que trabajan en la Unión Americana y, en su lugar, los «abrazos, no balazos» son el principio fundamental de su nueva política.

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