De acuerdo con la información recaba hasta el momento, el asesinato de la corresponsal de La Jornada, Miroslava Breach Velducea, es atribuido a Carlos Arturo Quintana, El 80, uno de los líderes de La Línea, brazo armado del cártel de Juárez. Sin embargo, en torno a la investigación de los hechos y sus motivos, existen varias conjeturas.
Miroslava había destapado en 2006, el peso que El 80 tenía en la política, ya que Silvia Mariscal Estrada, su suegra, fue postulada por el PRI a alcaldesa de Bachíniva, además de otros vínculos de agremiados de dicho partido al narcotráfico. De acuerdo a actores políticos e integrantes de grupos civiles, como resultado del trabajo periodístico de Breach, la candidatura de Mariscal se vio frustrada.
Por ello, de acuerdo con información de La Jornada, se atribuye el asesinato de la corresponsal de La Jornada a una posible venganza política, ya que la cartulina que fue dejada a un lado de la camioneta en la que viajaba la periodista, imputaba el homicidio de manera directa a dicho líder del narco, y suponen que podría tratarse de una forma de desviar la atención del caso hacia una agresión del narcotráfico, cuando en realidad pudo ser una ejecución planeada por políticos locales vinculados a las administraciones de César Duarte y de Javier Corral, que vieron afectados sus intereses con la información que la periodista
De acuerdo con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), en la lista de los delincuentes más buscados por Estados Unidos, se encuentra Carlos Arturo Quintana, quien también fue señalado en días recientes por encabezar un enfrentamiento contra César Raúl Gamboa, El Cabo, en la carretera estatal Rubio-Bachíniva, que dejó un saldo oficial de ocho muertos y 20 vehículos blindados abandonados.
Además, de acuerdo a la información de funcionarios, Quintana controla a las policías municipales de Namiquipa, Bachíniva, Gómez Farías y Rubio, y ahora también las de Ciudad Cuauhtémoc, una de las comunidades más pobladas de Chihuahua.
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