Un muerto y tres heridos tras emboscada a elementos de la FGJEM
Mauricio Blancas trabajó para la PGJ de la CDMX, donde fue acusado de corrupción.
Cerca de las 16:00 horas del pasado 11 de marzo, cuatro elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), adscritos a la región de Ixtapan de la Sal, fueron emboscados por un comando armado mientras transitaban por la carretera que conecta Zacualpan con el municipio de Almoloya de Alquisiras.
De acuerdo a la información de la fiscalía, los elementos de la institución se transportaban en dos vehículos, en uno de ellos viajaba el fiscal regional, Mauricio Blancas Valero y su chofer, quien perdió la vida durante el ataque; en la otra unidad se transportaban dos agentes de investigación que también resultaron heridos.
Algunas investigaciones de las autoridades locales refieren la presencia de organizaciones criminales provenientes de los estados de Morelos, Michoacán y Guerrero, quienes mantienen una disputa constante por el control del territorio, no obstante, ninguna persona fue detenida luego de la agresión que sufrieron los agentes estatales.
Se sabe que Mauricio Blancas fue fiscal regional del municipio de Nezahualcóyotl, además de ostentar un cargo den la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, donde se le acusó de corrupción, tras ellos, regresó al Estado de México para hacerse cargo de la seguridad en Ixtapan de la Sal.
Tras el accidente, la camioneta en la que viajaba el fiscal perdió el control y salió del camino, sin embargo, al llegar los servicios de emergencia, Blancas Valero fue trasladado en helicóptero a Toluca, donde ya se encuentra siendo atendido.
Alza a la venta de alcohol en el Edomex
La Secretaría de Finanzas del Estado de México planea una recaudación de 150 millones de pesos por la recaudación de impuestos por concepto de venta de bebidas alcohólicas, el cual podría ir a parar a los gobiernos municipales y al gasto público estatal.
La dependencia financiera recordó que de septiembre a diciembre de 2018 se recaudaron 55.8 millones de pesos, debido al impuesto del 4.5 por ciento que se aplicó a la venta de bebidas alcohólicas, algo que ha generado la migración de algunos comercios a la CDMX, donde no se cobra dicho impuesto.
Las principales quejas de los comerciantes aseguran que se trata de un doble cargo fiscal, cobrado a ellos mismos por parte de sus proveedores, pues ya realizan el pago de ese impuesto a nivel federal, por lo cual los precios de sus bebidas se incrementan, afectando directamente a los consumidores.
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