Me parece increíble la forma en que el estreno de la película “Barbie” puso en el mapa social una reflexión acerca del matriarcado, machismo, feminismo y la equidad. Pero entrando de lleno al análisis semiótico que realizaré de este estreno, me llama poderosamente la atención la forma disruptiva y de poner un punto final a la fantasía “color de rosa” y humanizar tanto a Barbie, como Ken, quienes pasan de vivir en un matriarcado, al patriarcado, movimientos feministas, hasta llegar a la equidad… Destaco la sátira de esta película que hace una crítica a los extremos tanto del feminismo, como del machismo, al extremismo más burdo.

Barbie vive en “Barbieland”, el paraíso que se inventó para todas estas muñecas que viven en un mundo ideal (unas muñecas que se rigen en un matriarcado), y la protagonista, “Barbie Estereotípica”, la muñeca de Mattel original, interpretada por Margot Robbie, se enfrenta a una serie de “defectos” que la alejan de la perfección, mismos que la humanizan.

Sobre el matriarcado es importante definirlo como una sociedad en la cual las mujeres tienen en sus manos el poder político, económico o religioso. Aunque el matriarcado puede definir una comunidad en la que las mujeres dominan a los hombres, como es el caso de los “Ken”,quien es el novio de Barbie, pero siempre ha sido visto como un accesorio para su exitosa novia.

Volviendo a la película, Barbie al experimentar cambios “humanos” ya no tiene una sonrisa, y comienza a pensar sobre la muerte, además de que inician transformaciones rechazadas socialmente en su cuerpo, como lo son las celulitis.

Esta filmación muestra el mundo real, con sus ventajas e inconvenientes. Fuera del matriarcado, Barbie sufre acoso, rechazo, sentimientos de inseguridad y se enfrenta a la realidad, en donde es tratada como un ser común y corriente.

Por su parte, Ken experimentará una revelación al descubrir que en el mundo humano, no es “solo Ken” (el accesorio de Barbie”, sino un hombre, con los “privilegios que ello supone”, por lo que decide instaurar un nuevo orden patriarcal llamado “Kendom”, en lugar de “Barbieland”, por lo que ahora, todos los Ken toman el poder político, económico y social. En tanto que, las Barbies adoptan roles sumisos como sirvientas, amas de casa y novias agradables.

Es en este momento, en el que se da un giro de 180 grados, transformándose a lo que se asemeja al movimiento feminista, que a mi parecer, es va desde el antifascismo, es decir, en contra de un régimen dictatorial que liquida a los enemigos políticos, la exaltación del Estado sobre los intereses individuales. Pero más allá del feminismo, Barbie erradica al matriarcado y patriarcado.

Podria suponerse que las Barbies recuperan su poder sistémico, pero, tanto los Ken, como las Barbies se disculpan mutuamente, ahí es cuando se da el mensaje de que las personas deben tener propósitos propios, para fomentar una identidad propia y a gran escala fomentar una gobernabilidad democrática sin imposiciones.

El final resulta impactante, en términos de semiótica, porque considero que se aborda el conflicto feminista de la mujer moderna, y Barbie acude al ginecóloco, como una mujer “normal”, como cualquier persona que se atiendiende médicamente, sin complejos, ni críticas externas, ni moldes sociales, ya no siendo Barbie, sino un ser humano.

Barbie y Ken son un reflejo de la situación que se vive a nivel mundial, en donde hay países en los que las mujeres no tienen derechos, y hay otros en donde el feminismo amedrenta a los hombres, por lo que ambos extremos dañan a la sociedad (el control del hombre o de la mujer), y la clave es un desarrollo humano con equidad, respeto a los derechos humanos, en donde seamos vistos como personas individuales que coinciden socialmente en busca de una equidad e igualdad de género y de preferencias sexuales.